Relaciones que nos agotan mentalmente

24.03.2025


No todas las relaciones que generan malestar lo hacen de forma evidente y son fáciles de detectar. En muchas ocasiones, el desgaste es sutil y acumulativo y lo vamos notando con el paso del tiempo. Puede presentarse a través de la sobreexigencia emocional, la falta de reciprocidad o la tensión constante que genera el vínculo que tenemos con la otra persona. 

La investigación en el ámbito de la salud relacional y el estrés indica que una exposición frecuente a relaciones emocionalmente demandantes, críticas o impredecibles puede alterar el estado de ánimo y dificultar la regulación emocional.

Es decir: estar en una relación que te desgasta impacta directamente en tu salud mental, aunque no haya discusiones o conflictos evidentes.

Algunas señales que podemos tener en cuenta son: 

– Estás en alerta cuando estás con esa persona. Anticipas sus reacciones, mides tus palabras y no sientes seguridad emocional.

– Sientes un desequilibrio constante. Tú das más de lo que recibes: atención, apoyo, energía. Pero no es recíproco.

– Tu autoestima se resiente. Después del contacto, te cuestionas más o te sientes emocionalmente más bajo.

– Notas fatiga emocional. Acabas el día agotado, no por lo que has hecho, sino por con quién has estado.

– Evitas el contacto, pero con culpa. Te cuesta estar, pero también te cuesta alejarte.

Algunas de las cosas que podemos tener en cuenta son: 

1. Observa cómo te sientes antes y después. Tu cuerpo suele avisar antes que tu cabeza. Tensión, irritabilidad o agotamiento son señales importantes.

2. Establece límites claros. No se trata de cortar por completo, sino de proteger tu equilibrio emocional. Decir "no" también es cuidar el vínculo.

3. Valora si existe espacio para hablar de lo que no funciona. Las relaciones saludables permiten reparar. Si no se puede hablar, tampoco se puede construir.

4. Piensa en el impacto a medio plazo. ¿Este vínculo te ayuda a crecer o te mantiene en una constante tensión emocional?